Tema 4: Los reyes católicos



EBAU : LOS REYES CATÓLICOS
INTRODUCCIÓN
La monarquía de los Reyes Católicos es una época de transición de la Edad Media a la Edad Moderna, constituyendo una pieza básica en el proceso de unificación político- territorial de nuestra península. La unión de las dos coronas (Castilla y Aragón) tuvo el carácter de unión personal y dinástica, es decir, los distintos reinos y principados estarán gobernados por un mismo monarca, pero cada uno de ellos conservará sus leyes o fueros, instituciones de gobierno, lengua y costumbres propias.
DESARROLLO
1. LA UNIÓN DINÁSTICA.
Los Reyes Católicos fueron Isabel de Castilla y Fernando de Aragón. Su matrimonio favoreció la unificación de los reinos de Castilla y Aragón, pero esta unión no significó la creación de un Estado unido, sin fronteras y, con unas instituciones, unas leyes, una lengua y una moneda comunes, por el contrario, ambos reinos permanecieron diferenciados e incluso enfrentados en su manera de entender la política. Ambos crearon la Monarquía Hispánica que inició la Edad Moderna en la península.
Isabel era hermanastra del rey Enrique IV de Castilla y llegó al trono de manera casi fortuita. Tras dos matrimonios Enrique IV solo tuvo una heredera, Juana “La Beltraneja” a la que gran parte de la nobleza castellana consideraba hija ilegítima (Beltrán de la Cueva podría ser su padre). Enrique IV en 1468 transigió en la cuestión sucesoria al firmar el Pacto de los Toros de Guisando con Isabel.
Por su parte, Juan II, rey de Aragón, buscaba aliados en medio de la guerra civil catalana. En estas circunstancias, el matrimonio con Fernando era una alianza beneficiosa para los intereses de Isabel y del monarca aragonés.
Cuando Enrique IV murió (1474), Isabel se autoproclamó Reina en Segovia, mientras que en Castilla estalló una Guerra Civil (1474-79) que enfrentó a dos bandos: por un lado, los partidarios de Isabel (la corona de Aragón, parte de la nobleza y del clero castellano, las ciudades vascas y las de la Meseta norte); y por otro, los que apoyaban a Juana (Portugal, Francia, parte de la nobleza y del clero castellano y las ciudades de Galicia, la Meseta sur, Murcia y Andalucía).
Alfonso V de Portugal se casó con Juana e invadió Castilla. Sin embargo, fue derrotado en 1476 cerca de Toro (Zamora). Con este éxito Portugal se vio abocada a firmar la paz en el Tratado de Alcaçovas (1479), por el que Isabel se consolidaba como reina indiscutible de Castilla. Poco después murió Juan II, el padre de Fernando, con lo que éste se convirtió en Fernando II rey de Aragón.
2. ORGANIZACIÓN DEL ESTADO: INSTITUCIONES DE GOBIERNO
El reinado de Isabel y Fernando no fue rupturista, sino que continuó, en la medida en que fue posible, con la anterior política. Buscaron así, centralizar el poder del Estado encarnado en los monarcas. A cambio cedieron bastante poder económico y social a los señores laicos y eclesiásticos, ligándolos estrechamente a la corona.
Para conseguir sus objetivos, Isabel y Fernando potenciaron instituciones ya existentes (modificadas en ocasiones). En Castilla fueron más lejos en la aplicación del autoritarismo monárquico, mientras que, en Aragón, la mayoría de las instituciones permanecieron intactas, y el pactismo sobrevivió.
El Consejo Real de Castilla, adoptó en 1480 su forma definitiva como órgano supremo de gobierno e instancia judicial superior. Esta institución estaba formada por gentes elegidas por los Reyes en función de su capacidad y no de viejos linajes nobiliarios. Junto al Consejo Real de Castilla, en el gobierno de los reinos se establecieron otros, como el Consejo de Aragón (1494), y el Consejo de las Ordenes Militares.
Las Cortes de Castilla se convirtieron en asambleas dóciles cuyas funciones se reducían a jurar fidelidad a los sucesores al trono y a conceder cuantiosas ayudas monetarias a los reyes cuando lo solicitaban.
La administración de la justicia real en Castilla se llevaba a cabo en tres ámbitos: en los municipios, actuaban los Corregidores, cargo que se consolidó. En segunda instancia estaban las Chancillerías o Audiencias, que se ocupaban de las apelaciones a las decisiones de los corregidores y de otros tribunales municipales y señoriales. Finalmente, por encima de estos tribunales, la última instancia judicial era el mismísimo Consejo real.
Por otro lado, se creó la Santa Hermandad en Castilla (1476) para mantener el orden durante la guerra civil y después de ésta. Estaba formada por cuadrillas armadas, costeadas y organizadas por los concejos. Su función era perseguir, juzgar y ejecutar a los delincuentes de todo el reino (era un verdadero ejército nacional).
Isabel y Fernando respetaron los privilegios y fueros de Valencia, Aragón y Cataluña, nombrando virreyes para que los representasen en algunos territorios durante su ausencia.
En Cataluña, Fernando resolvió el conflicto de los remensas que rebrotó entre 1484 y 1485, mediante la “Sentencia Arbitral de Guadalupe” (1486) en la que se abolían los “malos usos”.
3. REFORMA RELIGIOSA. LA INQUISICION.
Los Reyes Católicos abordaron un programa de reforma religiosa que incluyó: una reforma del clero para combatir la relajación moral e intelectual de los eclesiásticos y aumentar el control de la corona sobre la Iglesia; la persecución de los falsos conversos; y la expulsión de las minorías religiosas. Esas reformas también pretendían lograr que todos sus súbditos profesaran una misma fe. Así se estableció el Consejo de la Suprema Inquisición, que fue la única institución que se impuso en todos los reinos para perseguir a los falsos conversos. En 1478 el Papa concedió una bula autorizando la creación de un primer Tribunal de la Inquisición en Sevilla en 1480 (Inquisidor General, Tomás de Torquemada).
La Inquisición consideraba que la existencia de un culto judío era un mal ejemplo para los conversos. Por ello, en marzo de 1492 se decretó la expulsión de todos los judíos de Castilla y Aragón que no accedieran a bautizarse en el plazo de 4 meses. Algo similar sucedería con los mudéjares, pero a diferencia de los judíos, la mayoría se convirtió al cristianismo (moriscos).
4. REINADO DE LOS REYES CATÓLICOS Los principales acontecimientos del reinado de los Reyes Católicos fueron la conclusión de la Reconquista con la rendición de Granada y el descubrimiento de América.
La guerra de Granada finalizó con las Capitulaciones de Granada firmadas por Boabdil el Chico. Las condiciones de la rendición fueron muy suaves, pero no se cumplieron en su totalidad. En la capital, los Reyes se comprometieron a respetar no sólo la vida y los bienes de sus habitantes, sino también su religión, costumbres y leyes. Sin embargo, los Reyes Católicos trataron de acabar con sus peculiaridades muy pronto (en 1501 los musulmanes fueron obligados a elegir entre la conversión o el exilio).
El descubrimiento del nuevo continente a manos de Cristóbal Colón colocó a España como pionera en una empresa descubridora y colonizadora sin precedentes. Además, para nuestro país se abría una línea de acción exterior que se mantendría hasta el s.XIX.
Finalmente, no debemos olvidar hacer mención de la política de alianzas matrimoniales promovida por los Reyes Católicos a través de sus hijos con Alemania, Portugal e Inglaterra, a fin de aislar diplomáticamente a su gran rival, Francia.
CONCLUSIÓN
En el último tercio del s.XV se inicia para España quizá el periodo más esplendoroso de su historia, merced de la gestión de los Reyes Católicos. Ellos serán los iniciadores de un proceso político que llevará, por un lado, al levantamiento del mayor imperio colonial conocido hasta entonces y, por otro lado, al desarrollo de unas aspiraciones hegemónicas mundiales.

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